Spoiler: Tu estrategia de IAM no es tan segura como crees
Todos hablamos de ciberseguridad. Invertimos en firewalls, antivirus y demás soluciones y aun así, una gran parte de las brechas de seguridad no ocurren por una falla tecnológico, sino por malas prácticas en la gestión de identidades y accesos (IAM).
En otras palabras: el acceso indebido a tus sistemas no siempre viene desde afuera. Muchas veces, ya está adentro. Y tú ni cuenta te has dado y entonces aquí es donde viene la pregunta del millón:
¿Quién tiene acceso a qué?
Pocas organizaciones pueden responder con certeza a esta pregunta.
En Grupo Smartekh hemos identificado un patrón preocupante:
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Miles de usuarios activos sin justificación real.
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Roles con privilegios excesivos que nadie cuestiona.
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Exempleados y exproveedores que nunca fueron dados de baja adecuadamente.
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Falta total de monitoreo sobre accesos privilegiados.
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Procesos manuales, lentos y propensos al error en la administración de cuentas.
Y lo más preocupante: muchas de estas organizaciones creen tener todo bajo control.
¿Cuánto control crees tener… y cuánto realmente tienes?
Esta es la pregunta incómoda que muy pocos se atreven a hacerse.
La gestión de identidades y accesos (IAM) es uno de esos temas que suelen ser tratados con poca importancia: “ya tenemos un sistema”, “el área de TI lo ve”, “todo está en Active Directory”… pero nadie se toma el tiempo de verificar cómo funciona en la práctica.
Un IAM inefectivo no se nota... hasta que hay un incidente.
Y cuando pasa, es cuando salen a la luz accesos no autorizados, cuentas huérfanas, privilegios mal asignados, y usuarios que nadie sabía que existían.
El costo de esa falta de control puede ser devastador: filtración de datos, interrupciones operativas, pérdida de confianza, y sanciones regulatorias.
IAM no es solo una herramienta: es una estrategia
Tener un sistema IAM no significa tener una estrategia.
Una estrategia efectiva incluye:
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Gobernanza clara sobre accesos y privilegios.
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Auditorías periódicas que revelen inconsistencias y anomalías.
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Procesos automatizados para dar de alta, modificar y dar de baja usuarios.
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Principio de mínimo privilegio aplicado de verdad, no solo en el papel.
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Visibilidad y monitoreo continuo, especialmente en accesos privilegiados.
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Educación interna para que todos entiendan la importancia de una gestión adecuada.
Pero, ¿por donde empezar?
Si estás leyendo esto y te genera incomodidad, eso es buena señal. Significa que estás empezando a hacerte las preguntas correctas.
Aquí algunas acciones concretas:
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Mapea todos los accesos actuales: usuarios, roles, permisos, ubicaciones.
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Revisa el ciclo de vida del usuario: onboarding, cambios de rol, salida.
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Identifica cuentas inactivas o sospechosas: y actúa de inmediato.
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Evalúa tus procesos IAM actuales: ¿son manuales? ¿están documentados? ¿hay responsables claros?
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Monitorea activamente: lo que no se ve, no se puede proteger.
Recuerda, lo que no se controla, se convierte en riesgo
Una estrategia IAM sólida no solo protege tus sistemas.
Protege tu operación, tu reputación y la confianza de tus clientes.
En Smartekh hemos ayudado a empresas de todos los tamaños a transformar su enfoque de IAM, desde reestructurar su arquitectura de accesos hasta implementar monitoreo continuo y automatizaciones que hacen sostenible la seguridad.
Te recomiendo este post en donde te mostramos 6 claves para pasar de un IAM reactivo a una estrategia que de verdad protege tu operación.
¿Te atreves a descubrir qué tan segura está realmente tu operación?
Porque el verdadero riesgo… es creer que todo está bien.
Tags:
Estrategia de Seguridad, gestión de accesos remotos, identity security, IAM, Seguridad de acceso, Gestión de identidades-3.png?width=120&height=120&name=revised%20(5)-3.png)
20/06/25 9:00
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